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sábado, 1 de septiembre de 2012

¡¡NO ME TOQUES LOS HUEVOS (II)………!!


Como ya sabéis, hoy, día 1 de Septiembre 2012, será recordado como el comienzo de, al menos así la denomino, la segunda cuesta de Enero, es decir, la subida del archiconocido impuesto, sabido por tod@s, y más directo que nunca: el IVA.

Y digo archisabido por tod@s porque es el impuesto que tod@s, absolutamente tod@s tarde o temprano soportamos a nuestras espaldas, empezando por el empresario de turno que actúa de mediador, comprando mercancía a otro empresario para revenderla después,  hasta el comprador final que ha de hacer frente al realizar una compra.

El problema no es dicha subida, porque si hacemos bien los números qué más nos da unos centimitos o euritos más que menos hacia arriba, al fin y al cabo el que haya sido previsor, algunos, habrán realizado (adelantado) las compras en estos últimos días de Agosto; algunas empresas, como ya dije en mi cuenta de Facebook, sibilinamente habrían también sido previsores a la hora de mostrar unos productos con unos cuantos céntimos de más para, con el fin, de labrarse la típica frase de “nosotros no subimos los precios” o empezar a mostrarse, en ese primero de septiembre, como el gran protector (real chupóptero, diría) de nuestros clientes mostrando una vez más su política de empresa “siempre precios bajos” (¿os resulta familiar?), a este aspecto lo llaman hoy por hoy marketing, yo lo llamaría engaño; pero cierto es que al final,  tarde o temprano, en cuestión de meses notaremos esa subida en los bolsillos.

Ahí queda que el cliente, nosotros, advirtamos de este despropósito tratándonos, el portentoso comerciante, como si fuéramos unos ignorantes a la hora de ir a comprar, como si los que aquellos que miran a conciencia el ticket de compra no supiéramos lo que realmente nos están vendiendo o lo que realmente estamos comprando; personalmente, me jode (y he de particularizarlo) que me traten como si fuera tont@ porque ciertamente no lo soy, desde hace ya algún tiempo, siempre lo he hecho, reviso todos los productos que llevo en la lista del ticket para ver si coincide con mi “lista pa’los tontos” (como la denomino) no vaya a ser que se pasen de la raya y me cobren algo de más, algo que no sería la primera vez que ocurre.

La soberana desventaja en esta malograda subida es que las previsiones recaudatorias de nuestro queridísimo y cada vez menos estimado Gobierno es que no se van a cumplir. La Historia así lo establece: el nefasto crack del 29, la recesión que hubo en Europa tras la 2ª GM, el llamado Plan Marshall, la recesión del 93 (menos lesiva que esta), y un largo etcétera, que queda en el tintero, nos lo demuestra. Todas estas recesiones tuvieron un empuje inversionista en la economía de un Estado intervencionista. Los Economistas nos dan ciertas directrices indicando que para que la economía de un país resurja de las cenizas como el Ave Fénix, para que un país prospere económicamente hablando, se han de realizar inversiones, e inversiones entiendo yo no es crear un Banco Malo como lo llaman ahora, es decir, no es apartar, dejar de lado todo ese problema creado llamado ladrillo, sacarlo de nuestros balances contables, para que estos queden impolutos de cara a Europa, dejarlo bajo la alfombra, porque Señores la mierda si la seguimos tapando al final termina por salir. Por inversiones entiendo dinamizar la economía, el consumo y este lo realiza el ciudadano de a pie (y no aquel mega-empresario que se dedica a sacar capitales dejándolos en otros países con una fiscalidad mejor que la nuestra), es decir, las pymes, los autónomos, llamémoslo el currante de la calle.

Retornando al título del tema, el IVA, el verdadero problema será cuando surja la frase del “con IVA o sin IVA”. Este Gobierno, cree recaudar una cuantía muy superior a lo que las estadísticas y la Historia han demostrado ser preocupantemente menores ante una inminente subida de impuestos; por fuerza mayor, tod@s pagaremos el IVA directo de la luz, el gas, los servicios públicos de saneamiento, limpieza, el agua, esta recaudación será del todo directa; el problema es cuando entre empresas, o empresas y particulares se escuche “el con o el sin”. Este dinero circulante no lo será del todo al no ser recaudatorio finalmente de cara a las arcas del papá Estado. Los de la calle seguiremos pendiente de los cupones que nos ofrecen los grandes centros comerciales, los bonos descuento, el céntimo en este o aquel supermercado de este o aquel producto, en lo que podamos ahorrarnos tened por seguro que lo ahorraremos, aunque sean veinte euros, nos diremos “¡bienvenidos sean para el mes próximo!”. Pero, he de decirlo, en la facturación intermediadora de turno, este dinero dejará de estar visible para ser incluso “invisible”, es decir, el Estado no lo llegará a verlo del todo. Para ello se ha de realizar un cambio de política, y no sólo la que están hasta el momento realizando, un cambio más profundo aún que afecte a las, aún existentes, políticas favorecedoras del fraude; hasta que no resurjan estos cambios de manera férrea no prosperaremos en ese afán recaudatorio de nuestro “estimado” Gobierno.

Este Gobierno, entre ellos ese Sr. apellidado de Guindos, que cada vez que lo escucho cuando da una rueda de prensa se me atraganta cada una de sus palabras porque he de hacer, sinceramente, un esfuerzo sobrehumano para entender, casi descifrar, lo que dice; es más, considero que cuando habla el Mundo se paraliza, surge un silencio sepulcral, para poder así hacer más inteligible sus palabras, nos dio el  13 de Julio del presente la noticia de subida de dicho impuesto (in)directo. Ello repercutirá sin duda en el comprador final, tú, yo, nuestro vecino del piso de abajo, tod@s al fin y al cabo. Mientras el resto de los mortales españoles, mientras tengan la espada de Damocles, de la emigración, sobre sus espaldas, aquel que no lo sufra lo padecerá en un futuro. El que es rico será un poco menos rico, pero seguirá siéndolo; el que es de la clase baja, o sea el que es pobre es cada vez más pobre; y la clase media, cada vez quedan menos, será cada vez más tendente a la clase media-baja, e incluso, baja. En este país, ciertamente, han vivido muy bien determinados gremios: los médicos, los farmacéuticos, los ingenieros, los arquitectos, los banqueros, los abogados y, por supuesto, (mientras les dejemos) los políticos. El que no estuviera dentro de estos sectores o no hubiera guardado para sí, y no hubieran sido previsores, verdaderamente, lo estarán pasando muy, pero que muy mal. Hay un dicho, no recuerdo muy bien pero dice algo así: “guarda en las vacas gordas que ya vendrán las vacas flacas”; no sé pero el refranero español es sabio y nos indica claramente que hay que pensar a lo grande y actuar en pequeño, es decir, trabaja hoy con vistas al futuro, por si acaso, ese futuro es menos predecible de lo deseado. “Ahorrar no es sólo guardar sino saber gastar”.

El tiempo dirá si elevar el IVA nos es beneficioso, yo preguntaría ¿para quién? ¿para qué? Esperemos que tanto sufrimiento encuentre su bálsamo en un futuro próximo. Se podría intuir que, al menos, hasta finales del 2013 no habrá cierto despunte en la economía española, no lo digo yo, lo dicen los estudiosos; también dicen que hasta el 2015 no lograremos del todo “ver la luz”. Habrá de esperar (¿?) a que Damocles no llame a nuestra puerta.